11 octubre 2006

Banderas

Buenas noches, queridos lectores.
Me gustaría hablarles de un tema que me ha dejado un buen rato pensando mientras venía en el autobús.
Debido a mi necesidad de pernoctar en la sierra madrileña, a la carencia de carnet de conducir (jamás escribiré "carné") y de coche, me veo obligada a pasar por varios pueblos antes de llegar a mi casa.
Pues bien, alguno de estos puebos se encuentra en fiestas y...¿qué es lo que nos encontramos en ellos como símbolo inequívoco de fiesta?. Banderitas colgadas de lado a lado de la calle.
Estas mismas banderitas son las que me han tenido pensando durante el resto del camino.

Vamos a ver: ¿Dónde se fabrican?.
Porque me consta que no siempre son las mismas, algunos años las ponen nuevecitas (aunque nunca las quiten).
Yo me imagino que la fábrica estará en algún pueblecito de Valencia, lugar donde son muy dados a las fiestas.
¿No se imaginan ustedes que debe haber pueblos enteros de la comunidad Valenciana que se dediquen a fabricar banderitas, fuegos artificiales, petardos, el pulpo, los coches de choque...?.

Me pregunto si, poco antes de que lleguen las fiestas, el alcalde le diga al teniente alcalde de Villaserena del Olmo Seco: Tomás, llama al la fábrica 8que se llamará FIESTESA), se nos han acabado las banderitas.

Esas banderas han marcado nuestra infancia, pero... ¿Se han fijado en que no están todas?.
Sólo vemos Japón, España, Francia, Italia, EE.UU., Gran Bretaña y poco más.
Y yo me pregunto: igual que en la OTAN, son sus mismos miembros quienes deciden quiénes entran... ¿quién decide cuáles son las bandereas que pueden lucir en Villanueva del Pardillo?
¿Por qué están dispuestas en ese orden y no en otro?. ¿Por qué la bandera de ghana no puede embellecer las calles de Cerezo de Abajo?.
En serio, ¡¿quién ha decidido eso?!.

Y si quitan las luces de las fiestas (para volver a ponerlas en Navidad), ¿por qué no quitan también las banderitas?. Esas no, esas las dejan hasta que quedan reducidas a tristes colgajos de loque una vez fue una flamante bandera de plástico de Japón o Italia, la cual anunciaba la plenitud de las fiestas de una hermosa villa.

¿Quién no ha escuchado en las fiestas de algún pueblo a un padre enumerando las banderas a su hijo pequeño?

- Y esa... ¿cuál es, papá?
- Uy, pues esa no lo sé.

Y es que el conocimiento de banderas del padre medio español se limita a las que cuelgan de las calles festivas y a las de los países que se han enfrentado directamente contra España en un mundial de fútbol.

Piensen en ello y, si se les ocurre algo, no se lo callen, vomítenlo como lo he hecho yo.

Y si no les ha gustado, tengan en cuenta que no lo estoy escribiendo en una situación idílica, como la de esos escritores que fuman en pipa mientras al otro lado de la ventana llueve en Berlín.
No, amigos, yo me encuentro en un angustioso centro comercial, con una luz que vuelve loco, promocionando un detergente industrial altamente tóxico y tocada con una gorra que hace dudar sobre mi cociente intelectual.

Por supuesto, no tengo un ordenador a mano, pero me comprometo a transcribir palabra por palabra lo que en mi cuaderno de mujer que promociona detergente se ha volcado.

Un saludo desde el pasillo de lejías, detergentes y productos de aseo masculino.

Sin más se despide: Robert Downey Jr

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Ais! ¡Qué despiste! ¡Se te ha olvidado hablar de la paz en el mundo!

Laura Vila dijo...

Vaya por Dios. ¿Alguna idea?