01 febrero 2007

Tengo la cabeza embotada de tanto estudiar

Edelmiro: ¿Sabes cuál es el animal que es dos veces animal?

Pasquiano: No, la verdad es que no, Edelmiro. Llevo un rato pensando y... nada. Y mira que soy un tipo imaginativo y que me las sé todas, pero aquí me has pillao.

Edelmiro: La verdad es que eres un tipo bastante espabilao, y por ello te quiero y te admiro, Pasquiano.

Pasquiano: Hombre Edelmiro... No esperaba eso, ¡venga un abrazo!.

Edelmiro: Vaya, Pasquiano, ¿has ido al gimnasio últimamente?. Estás más fuerte. Te noto mucho más vigoroso.

Pasquiano: Seguimos abrazados, ¿lo has notado?.

Edelmiro: Sí.

Pasquiano: ¿Y no estás incómodo?.

Edelmiro: Es uno de los momentos más felices de mi vida.

Pasquiano: ¿Si?. ¿No te parece esto un poco raro?. Que nos conocemos de toda la vida, Edelmiro. Mira que si a estas alturas me dices que estabas enamorado de mí y no me lo habías dicho nunca... Me daría pena, la verdad. Habríamos desaprovechado mucho tiempo. Y... por otro lado, tampoco sabría muy bien cómo reaccionar, aunque el cariño que siento por ti es puro y en momento dao...

Edelmiro: ¡Quita, quita!, si yo lo que digo es que estás muy fuerte. Bueno, que si sabes lo del animal que es dos veces animal.

Pasquiano: Mira Edel, no estoy ahora para chistes ni para acertijos, me voy ahora mismo a casa, que me he quedao "mu" confundido. Tengo mucho que pensar y yo no sé si me acabas de hacer daño. ¡Hacer temblar así una amistad de 30 años!. Ya te vale, Edel, ya te vale.
Te veo para la partida de dominó.