Aquella tarde fría de enero, la pobre niña Laura estudiaba y estudiaba sin parar en una buhardilla más bien desangelada. En la distancia, el chico que siempre le visitaba mientras dormía, le preguntó: ¿por qué, precisamente, rara?.
Ella no tenía tiempo para contestarle con palabras, el tiempo apremiaba y la comunicación iba a ser cortada de un momento a otro. Finalmente, se decidió por una imagen de aquella época, así él sabría la razón por la cual, su compañero de instituto pensaba que aquella niña era rara.
5 comentarios:
Esto más que un comentario es una aclaración:
- Sí, soy yo.
- El niño que hay a mi lado es el gran Antonio Aparicio (siento lo del chicle, ya no me acordaba).
- Esta secuencia de escenas (hay más) terminó, gracias al cielo, en una batalla de comida. Todos hemos querido tener una en nuestras vidas, pues bien, sólo hay que echar lechuiga en las natillas del compañerito de enfrente.
la foto es de contenido altamente asqueroso, jajaja
Oye, xq t promocionas en mi fotolog??? jajaja
Si yo ya te tengo fichada!!! Y encima pones aquí un link al fotolog de paula y al mío no, no??? Pues t den x saco, no ves?
Besos de medieeeeeevooooooo!!!
ps: Paula ha llegado aproximadamente a las 14:30...tiene tela!!! jaja
Medievooooooo.
¿No sabes?
¡Qué horror!
Oiga usted, ¿a qué se refiere con lo del horror?.
Supongo que no será a mí.
En fin, tendré que contarle cosas de aquella época para que se haga una idea y no se horrorice. (Aunque me da a mí que lo de su horror va por otro lado).
Publicar un comentario