03 noviembre 2006

La oficina

Despacho del director de Wilson & Palmer Inc. Escenario sobrio pero puede haber una pecera, nunca dos. El Director espera con las manos unidas por la espalda. Llaman a la puerta y entra Carlos Ramírez. Visten trajes elegantes y oscuros, y llevan el pelo engominado.

Sr. Director - Buenos días, Ramírez. Siéntese.

Ramírez - Buenos días, señor director.

Director - Nos ha llegado una información y queríamos hablar con usted primero.

Ramírez - Sí. Dígame.

Sr. Director - Jiménez, su compañero de despacho dice que no se está usted portando muy bien con él.

Ramírez - ¿Cómo? No haga caso señor director. La relación es cordial.

Sr. Director - Todo lo cordial que usted quiera, pero él mismo afirma que le hace burla y no le deja usar la grapadora.

Ramírez - Es que la grapadora es mía.

Sr. Director - Hay una grapadora por despacho y pertenece a la compañía.

Ramírez - No, la de la compañía se rompió y yo traje una de casa.

Sr. Director - Y por qué no han llamado a mantenimiento para que les lleven una nueva.

Ramírez - Que llame él.

Sr. Director - Bueno, bueno. ¿Y lo de las burlas?

Ramírez - Yo no le hago burlas, Jiménez es un poco soso y no entiende mi humor.

Sr. Director - Dice que le puso usted una chincheta en su silla mientras estaba en el cuarto de baño.

Ramírez - Eso es mentira. Qué tonto. Yo no he hecho eso.

Sr. Director - Bien. Llamemos a Jiménez y a ver si arreglamos esto. Que no puede ser que dos trabajadores tan mayores como ustedes anden con chiquilladas. Beep. Vanesa, haga venir a Sebastián Jiménez si tiene la bondad. Beep.

(Toc toc y entra Sebastián Jiménez)

Jiménez – ¿Quería verme señor director?

Ramírez – (muy bajito y con burla) ¿Quería verme señor director?

Sr. Director – Sí, Siéntese. En Wilson & Palmer tenemos una filosofía y es que “Si la empresa funciona bien por dentro, malo será que no funcione bien de puertas para afuera”. Usted, Jiménez, sostiene que Ramírez le está creando situaciones violentas. Sin embargo, Ramírez afirma que lo único cierto es que sus sentidos del humor son diametralmente incompatibles.

Jiménez – Pero…

Sr. Director – Cállese.

Ramírez – Jijiji.

Sr. Director – Cállese usted también. Vamos a hacer una cosa. Giren sus sillas y quédense mirándose a los ojos. Bien. Así, muy bien. Ahora fíjense que lo que tienen delante no es un enemigo. Es un compañero de oficina, un colega, una persona con una vida fascinante que quisieran conocer. Así, no dejen de mirarse a los ojos. Muy bien. Ahora cójanse las manos. Con suavidad pero con firmeza. La energía empieza a fluir por sus palmas. Acerquen más sus sillas, sin romper la conexión que hemos creado con sus manos. Jiménez, ahora, despacito, acerque su boca al oído de Ramírez y susúrrele alguna palabra amable.

Jiménez – (susurro apenas perceptible y entrecortado) Tiene usted un gusto exquisito para elegir las corbatas.

Sr. Director – Excelente, Jiménez. Excelente. Ahora Ramírez, haga usted lo propio. Venga, sin mostrar vergüenza, dígale a Jiménez alguna cosa bonita.

Ramírez – (tembloroso) Jiménez, yo lo único que buscaba con esas tonterías era hacerle más agradable el trabajo conmigo. Le pido mil disculpas. Es usted un gran compañero y siempre lleva los zapatos relucientes.

Sr. Director – Estupendo. Ahora cierren los ojos, interioricen en sus sentimientos y, sin soltarse las manos, piensen en esos momentos en los que su compañero ha podido sentirse molesto por lo que hayan hecho. Recapaciten y descubran cómo podían haber actuado para evitarlo.

(Jiménez y Ramírez, con las manos unidas con fuerza y con cariño, empiezan a temblar ligeramente. Sus rostros muestran un pequeño esbozo de sonrisa que refleja liviandad y calma. Abren los ojos en el paroxismo de la tranquilidad, se miran, ríen y se funden en un abrazo tan sincero como liberado de formalismos)

Jiménez y Ramírez al unísono – Perdone, yo… (Ríen desmesuradamente al ver que estaban diciéndose lo mismo)

Ramírez – Señor Director. Nos vamos a trabajar. Queda mucho por hacer todavía y jamás tuve tantas ganas de trabajar. Buenos días.

Jiménez – Así es señor Director. Buenos días.

(Salen del despacho del director. Tras una simpática discusión por ver quién cedía el paso el paso a quién en la puerta, desaparecen. El señor Director se queda sólo en el despacho, se sienta en su sillón y pone los pies en la mesa)

Sr. Director – Hijos de puta.


Nota: Publicado al alimón en Una de zarandajas

9 comentarios:

Laura Vila dijo...

jijiji.
No he podido dejar de imaginarme al director como Leslie Nielsen. Lo que ha provocado que también haya visto cierta homosexualidad en los empleados. Lo siento, lo volveré a leer más seriamente.

Unknown dijo...

Si el señor director fuera Leslie Nielsen, Ramírez sería sin duda Bill Murray (de joven, aclaro).

Unknown dijo...

Y a Jiménez no sé si ponerle como el inexpresivo Denzel Washington o Pepón Nieto. Nchts.

Laura Vila dijo...

Charlie Sheeeeeen!!!!

Unknown dijo...

Sí. Definitivo. Jiménez tiene la cara de Topper Harley. Ahora mismo les llamo a todos y vamos enviando guiones.

Anónimo dijo...

Se confunden ustedes. Claro que es Leslie Nielsen el director, pero Ramírez no puede ser Bill Murray y Jiménez Charlie Sheen, es un contrasentido, mezclan albóndigas con trocitos de chocolate de colores!

Si Leslie Nielsen es el director entonces los otros deberían ser Robert Hays y O J Simpson. Si quieren meter a Bill Murray jovencito entonces el director debería ser George Peppard y Jiménez Dan Aykroyd (o Steve Guttemberg, también vale). Pero, ojo a esto, si querían a Charlie Sheen de Jiménez entonces el director tiene que ser Paul Mazursky y Ramírez DEBE ser Billy Cristal.

¿entienden?

Laura Vila dijo...

Mire Airos!
Pero si tenemos un visitante. Y tiene razón en lo que dice!
No se ha limitado a criticarnos y a odiarnos sistemáticamente.
Y es el señor Fanshawe!
Nada más y nada menos. La emoción me embarga y me embriaga a la vez. Delicioso monito este...

Unknown dijo...

Bienvenido apreciado Fanshawe. Eso sí:

Director: Leslie Nielsen

Ramírez: Charlie Sheen

Jiménez: Robert Stack

Jacinto: Alvaro Vitali (este personaje no tiene texto. Está limpiando los cristales de la oficina desde fuera. Se ríe de los personajes mientras fuma, bebe cerveza e, inexplicablemente, persigue a una rubia jamona en el suspendido carrito limpiaventanas)

Anónimo dijo...

Vaya, odio ser reconocido por mi pelaje.

Poner a Charlie Sheen, efectivamente, era algo que no había contemplado, lo que carga de sentido a Jiménez interpretado por Stack (aunque no me diga que Burt Reynolds no hubiese estado sembrado ahí).

El hecho de que la jamona perseguida por Jacinto no sea maestra de escuela es una audacia interesante, mmmm...